Nací en un pequeño pueblo del occidente de Asturias, y aunque desde niña mostraba inquietudes hacia todo lo relacionado con el arte, no fue hasta los 11 años cuando descubrí el teatro.

En el colegio se nos propuso realizar Las armas de Bagatela para el festival de fin de curso, y aunque para la mayoría simplemente se trataba de un proyecto escolar, en mi empezó a germinar la semilla de la interpretación. 

Me apunté a un grupo de teatro de jóvenes, donde cada año se representaba una obra para el festival de navidad del ayuntamiento. Este grupo, posteriormente, pasó a formar parte de un proyecto llamado Creando Futuro, en el que el objetivo principal era mejorar el entorno en el que vivíamos. Mezclábamos las distintas disciplinas para crear diversos talleres y emplear el teatro como lo que es: una potente arma de concienciación y cambio social. 

Llegó el momento de tomar la decisión: irme de mi pueblo natal para matricularme en una escuela de Arte Dramático. ¿El inconveniente? Pasar las pruebas.

No entré a la primera, por eso me dediqué a estudiar un Grado Superior en Diseño y edición de publicaciones impresas y multimedia, y poder desarrollar así otras de mis inquietudes artísticas. Esto también me llevó a estudiar fotografía de forma autodidacta. 

Me volví a presentar, esta vez con mayor éxito. Al terminar la carrera, me mudé a Madrid para seguir formándome.

Un año y medio más tarde, tuve la oportunidad de ser parte del que sería mi primera participación en un proyecto cinematográfico profesional: Nos vemos en otra vida, dirigida por los hermanos Sanchez-Cabezudo y estrenada en Disney+ en marzo de 2024. 

Actualmente sigo en Madrid siempre en constante aprendizaje y movimiento.